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  • Foto del escritorCEICMO

¿Qué tanto espacio libre tienen las viviendas bogotanas?

Un portal inmobiliario analizó dónde están los hogares con más espacio, algo valorado en cuarentena.

Desde que comenzaron las cuarentenas, las miradas se volcaron en la vivienda, ese lugar que, hasta hace poco, era apenas un punto de parada en medio de las actividades diarias. Entonces, la calidad de vida en los hogares se volvió un punto al que había que prestar atención.


Por eso, el portal inmobiliario latinoamericano Properati analizó, desde su base de oferta de arriendo y venta de casas y apartamentos, dónde están las viviendas con mayor porcentaje de espacio libre. Es decir, el porcentaje que ocupaban dentro del hogar balcones, terrazas, jardines y antejardines.

“En un contexto de aislamiento obligatorio, las áreas libres pueden mejorar la calidad de vida de las personas. En cuestión de semanas, nuestros hogares dejaron de ser ese espacio privado y se convirtió en oficina, guardería y/o universidad: un lugar donde estamos las 24 horas del día respirando el mismo aire. Tener este tipo de espacios implica poder salir de la monotonía y sentirnos un poco más libres sin tener que salir de casa”, asegura Ángela Puerta, directora de Properati Colombia.


La importancia de estos espacios ya ha sido explorada en otros artículos de EL TIEMPO. Este diario, por ejemplo, exploró el papel de los balcones a nivel local y mundial en medio de la pandemia.

“Cuando vivimos en zonas de alta densidad y la salida al exterior se complica, el balcón es un factor importante. Pero no siempre somos conscientes de que es necesario”, explicó en su momento William Alfonso, arquitecto, Ph. D. en geografía urbana y profesor de la Universidad del Rosario.


El virus llegó, quizá, para hacernos conscientes sobre esos espacio en el hogar.


“Al igual que sucedió con el resto de industrias, la pandemia causó que en marzo y abril todas las búsquedas registraran una caída. Pero desde mayo y junio la tendencia de búsquedas en Properati nos muestra un interés creciente por viviendas con espacios descubiertos. En estos meses registramos un crecimiento del 23 % en propiedades en arriendo contactadas con estas características. Así mismo, la demanda de inmuebles en venta con áreas libres fue de cerca del 40 %”, explica Puerta e indica que los usuarios buscan más viviendas ubicadas en Kennedy, Engativá y Suba, y sobre todo espacios que tengan entre 50 y 90 metros cuadrados. Los famosos miniapartamentos, que comenzaron a ser tendencia en los últimos años, parecen ser menos atractivos hoy.

De ahí que Properati se preocupara por detectar dónde estaban las viviendas con mayor porcentaje de área libre. Un sondeo de su oferta arrojó que las casas con mayor porcentaje de espacios libres están en Tunjuelito (con un 40 % de superficie descubierta), Suba (33,78 %) y Engativá (33,33 %).


Estos altos porcentajes, según Properati, se explican por la práctica de tener grandes terrazas provisionales en viviendas de clase media para, luego, convertirlas en un nuevo piso. Por otra parte, en el caso de los apartamentos, los primeros lugares los ocupan Teusaquillo, Chapinero y Suba (ver gráfico).


Para Properati, esto indicó que la disponibilidad de estos espacios no es, necesariamente, un asunto de estratos. “Dependiendo de la zona y el estrato las características de los espacios al aire libre se transforman. Mientras en los barrios tradicionales de estrato 2 y 3 se pueden ver casas con antejardines y grandes terrazas en el último piso, en los conjuntos cerrados de estrato 5 y 6 predominan los jardines amplios”, aseguró Puerta.

El portal inmobiliario reconoce que la cuarentena y las nuevas dinámicas están cambiando los comportamientos de mudanza y de búsqueda de vivienda. “Las condiciones laborales, como la flexibilización para trabajar desde casa, podrían llevar la demanda y oferta a sectores como la sabana de Bogotá, atractivos para muchos por estar rodeados de zonas verdes y en algunos casos con mejores precios que la capital”, indica Puerta.


Sin embargo, expertos, en anteriores publicaciones en este diario, han advertido que la búsqueda de opciones fuera de la ciudad podría no ser favorable en términos ambientales, sociales o de movilidad. Otros incluso creen que, a la hora de buscar casa o apartamento, se debe pensar más allá del espacio privado.

“Espero que no resolvamos el problema en una sola dimensión: hacer las casas más grandes y convertirlas en oficinas... No creo que sea la respuesta. Deberíamos mirar soluciones intermedias que impliquen variedad: cercanía, accesibilidad, salud, seguridad. Y de forma no exclusiva en lo privado”, le dijo a este diario Martha Thorne, arquitecta y planificadora urbana estadounidense, decana del IE School of Architecture y directora del Premio Pritzker. Urbanistas, además, han llamado a no descuidar el espacio público y su democratización y calidad en todos los sectores de la ciudad (ver anexa). La ciudad después del covid no será enteramente de puertas para adentro.

Apostar y no temer por el espacio público

Pese a la indicación de permanecer en casa en los momentos más críticos que traiga la pandemia, expertos y organizaciones relacionadas con el urbanismo y la vida en las ciudades han alertado que no se puede descuidar “la vida de afuera”.

Desde que comenzaron las cuarentenas, las miradas se volcaron en la vivienda, ese lugar que, hasta hace poco, era apenas un punto de parada en medio de las actividades diarias. Entonces, la calidad de vida en los hogares se volvió un punto al que había que prestar atención. Por eso, el portal inmobiliario latinoamericano Properati analizó, desde su base de oferta de arriendo y venta de casas y apartamentos, dónde están las viviendas con mayor porcentaje de espacio libre. Es decir, el porcentaje que ocupaban dentro del hogar balcones, terrazas, jardines y antejardines. “En un contexto de aislamiento obligatorio, las áreas libres pueden mejorar la calidad de vida de las personas. En cuestión de semanas, nuestros hogares dejaron de ser ese espacio privado y se convirtió en oficina, guardería y/o universidad: un lugar donde estamos las 24 horas del día respirando el mismo aire. Tener este tipo de espacios implica poder salir de la monotonía y sentirnos un poco más libres sin tener que salir de casa”, asegura Ángela Puerta, directora de Properati Colombia. La importancia de estos espacios ya ha sido explorada en otros artículos de EL TIEMPO. Este diario, por ejemplo, exploró el papel de los balcones a nivel local y mundial en medio de la pandemia. “Cuando vivimos en zonas de alta densidad y la salida al exterior se complica, el balcón es un factor importante. Pero no siempre somos conscientes de que es necesario”, explicó en su momento William Alfonso, arquitecto, Ph. D. en geografía urbana y profesor de la Universidad del Rosario. El virus llegó, quizá, para hacernos conscientes sobre esos espacio en el hogar. “Al igual que sucedió con el resto de industrias, la pandemia causó que en marzo y abril todas las búsquedas registraran una caída. Pero desde mayo y junio la tendencia de búsquedas en Properati nos muestra un interés creciente por viviendas con espacios descubiertos. En estos meses registramos un crecimiento del 23 % en propiedades en arriendo contactadas con estas características. Así mismo, la demanda de inmuebles en venta con áreas libres fue de cerca del 40 %”, explica Puerta e indica que los usuarios buscan más viviendas ubicadas en Kennedy, Engativá y Suba, y sobre todo espacios que tengan entre 50 y 90 metros cuadrados. Los famosos miniapartamentos, que comenzaron a ser tendencia en los últimos años, parecen ser menos atractivos hoy. De ahí que Properati se preocupara por detectar dónde estaban las viviendas con mayor porcentaje de área libre. Un sondeo de su oferta arrojó que las casas con mayor porcentaje de espacios libres están en Tunjuelito (con un 40 % de superficie descubierta), Suba (33,78 %) y Engativá (33,33 %). Estos altos porcentajes, según Properati, se explican por la práctica de tener grandes terrazas provisionales en viviendas de clase media para, luego, convertirlas en un nuevo piso. Por otra parte, en el caso de los apartamentos, los primeros lugares los ocupan Teusaquillo, Chapinero y Suba (ver gráfico). Para Properati, esto indicó que la disponibilidad de estos espacios no es, necesariamente, un asunto de estratos. “Dependiendo de la zona y el estrato las características de los espacios al aire libre se transforman. Mientras en los barrios tradicionales de estrato 2 y 3 se pueden ver casas con antejardines y grandes terrazas en el último piso, en los conjuntos cerrados de estrato 5 y 6 predominan los jardines amplios”, aseguró Puerta. El portal inmobiliario reconoce que la cuarentena y las nuevas dinámicas están cambiando los comportamientos de mudanza y de búsqueda de vivienda. “Las condiciones laborales, como la flexibilización para trabajar desde casa, podrían llevar la demanda y oferta a sectores como la sabana de Bogotá, atractivos para muchos por estar rodeados de zonas verdes y en algunos casos con mejores precios que la capital”, indica Puerta. Sin embargo, expertos, en anteriores publicaciones en este diario, han advertido que la búsqueda de opciones fuera de la ciudad podría no ser favorable en términos ambientales, sociales o de movilidad. Otros incluso creen que, a la hora de buscar casa o apartamento, se debe pensar más allá del espacio privado.

“Espero que no resolvamos el problema en una sola dimensión: hacer las casas más grandes y convertirlas en oficinas... No creo que sea la respuesta. Deberíamos mirar soluciones intermedias que impliquen variedad: cercanía, accesibilidad, salud, seguridad. Y de forma no exclusiva en lo privado”, le dijo a este diario Martha Thorne, arquitecta y planificadora urbana estadounidense, decana del IE School of Architecture y directora del Premio Pritzker. Urbanistas, además, han llamado a no descuidar el espacio público y su democratización y calidad en todos los sectores de la ciudad (ver anexa). La ciudad después del covid no será enteramente de puertas para adentro. Apostar y no temer por el espacio públicoPese a la indicación de permanecer en casa en los momentos más críticos que traiga la pandemia, expertos y organizaciones relacionadas con el urbanismo y la vida en las ciudades han alertado que no se puede descuidar “la vida de afuera”. Y, en este punto, hay que reconocer que en la cantidad y calidad de espacio público en las ciudades también hay riesgo de brechas. En Bogotá, por ejemplo, hay más espacio público por habitante en localidades como Teusaquillo, Santa Fe y Chapinero; pero hay una proporción mucho menor en Los Mártires, Bosa y Antonio Nariño (ver gráfico). La alcaldía pasada hizo un esfuerzo por entregar más parques, plazas y plazoletas a la ciudad y mejorar la calidad de vida afuera. Y la gente lo sintió: según la encuesta de percepción ciudadana de Bogotá Cómo Vamos 2019, la satisfacción con el espacio público entre 2016 y 2019 creció 11 puntos porcentuales, pasando del 26 % al 37 % de satisfacción. Esta nueva administración, por su parte, espera continuar mejorándolo. La meta en el Plan de Desarrollo es conservar 1,5 millones de metros cuadrados de espacio público y construir otros 2,7 millones de metros cuadrados. También le apostará a la revitalización urbana. Mucho de esto tendrá que atender las demandas de la ‘nueva normalidad’. Por su parte, ONU Hábitat ya publicó un documento de recomendaciones para crear espacio público que sea parte de la solución en las ciudades poscovid. Menciona que debe ser multifuncional y flexible, amplio, caminable, con disponibilidad de servicios esenciales, seguro, limpio y, ante todo, equitativo. La vida, quizá, puede empezar por recuperarse allí.


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