anto las obras civiles como las edificaciones han ido recuperando la marcha que traían antes de la pandemia.
La construcción se ha convertido en un sector vital para le economía colombiana en media de la pandemia, por ello las obras civiles, y posteriormente las edificaciones, fueron de las primeras actividades en reactivarse paulatinamente.
A pesar del choque que frenó las actividades entre marzo y abril, el impulso que traían las obras no se perdió, y en agosto desde la Presidencia se anunció el plan ‘Compromiso por Colombia’, dentro del cual la infraestructura es uno de los cuatro componentes cruciales.
El presidente Iván Duque confirmó que entre este programa y las obras contempladas en el Plan Bicentenario se tienen recursos garantizados por $1,5 billones.
También, como parte de la ruta de la reactivación, desde el Gobierno se trazó el compromiso de acelerar obras como el Metro de Bogotá, Puerto Antioquia, los nuevos aeropuertos de Cartagena, San Andrés y Aerocafé y autopistas como la ALO Sur en Bogotá.
La meta que tiene esta administración es entregar 28 proyectos: 14 vías nacionales y ocho regionales, e iniciar otros 22 corredores viales.
Según la Cámara Colombiana de la Infraestructura (CCI), la reactivación de las obras civiles implicó, en principio, retomar labores en más 1.000 proyectos cuyo valor supera los $30 billones.
Juan Martín Caicedo, presidente de la entidad, destacó que dentro de la reactivación han sido claves obras como el Túnel de la Línea, entregado a principios de este mes, la puesta en marcha de las obras incluidas dentro de los planes de desarrollo locales, las cuales, durante el próximo cuatrienio, demandarán una inversión cercana a $63 billones, y los proyectos de cuarta generación (4G).
Desde la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI), su presidente, Manuel Felipe Gutiérrez, aseguró que el Gobierno ha sido “bastante cuidadoso para mantener los ritmos de ejecución”, considerando que en 2018 se recibieron los proyectos de 4G con un avance promedio de 16%, y a hoy, a pesar de la coyuntura de este año, ya están en niveles cercanos a 45% en el avance promedio general.
“Para mantener los avances a pesar del covid hemos adoptado los protocolos de bioseguridad, hemos sido muy cuidadosos con todas las medidas de protección de los trabajadores, y así hemos logrado volver a trabajar. De hecho, ahora tenemos más gente trabajando en los frentes de obra que antes del covid”, aseguró Gutiérrez.
De acuerdo con el presidente de la ANI, antes del covid había alrededor de 50.000 personas en los frentes de obra, y hoy hay cerca de 60.000 trabajadores, un cambio en la generación de empleo que se ha dado como resultado de la generación de nuevos frentes de obra, de nuevos proyectos, y a la adopción de los protocolos.
EL ROL DE LAS EDIFICACIONES
El otro pilar de la reactivación en la construcción además de las obras de infraestructura son las edificaciones. El Gobierno Nacional planteó una estrategia para el sector, enfocada en cuatro frentes: ordenamiento territorial, digitalización, productividad y gerencia de proyectos estratégicos, y con una meta clara, reducir el déficit de vivienda, que actualmente se ubica en 6,2%, en 2 puntos porcentuales.
Dentro los impulsos que se han dado en los últimos meses está el Decreto 1232 del 2020, que actualiza la regulación de los Planes de Ordenamiento Territorial (POT), o la Ley Vivienda y Hábitat, con la que el Gobierno decidió iniciar una tarea de simplificación normativa y promover el crecimiento ordenado y planificado de las ciudades.
Así mismo, desde el Ministerio de Vivienda se lanzaron 200.000 subsidios a las cuotas iniciales y las tasas de interés para la adquisición de vivienda nueva. De estos, 100.000 aplican para viviendas de interés social (VIS), y a la fecha ya se han entregado 15.000 cupos, mientras que los otros 100.000 son para No VIS y comenzaron a entregarse este mes.
Además, desde la presidencia se anunció la disposición de $3 billones en garantías, a través del Fondo Nacional de Garantías (FNG) para respaldar 54.000 operaciones de créditos hipotecarios. Todo esto facilita el panorama de recuperación para la construcción y la dinámica de venta de vivienda.
Según el gremio de los edificadores, Camacol, de las viviendas que tiene el mercado en oferta alrededor de 85% puede cobijarse por algún subsidio gubernamental, ya sea por los 200.000 apoyos anunciados durante la pandemia, o programas ya existentes como Mi Casa Ya y Semillero de Propietarios.
Sandra Forero, presidente de Camacol, proyecta que para el cierre del año se venderán 161.000 unidades residenciales, de las cuales 110.000 serían del segmento VIS. En cuanto a la inversión que movería en 2020 el sector, se estima que llegará a $30 billones, de los cuales los hogares destinarían $13 billones a la adquisición de VIS y $17 billones para proyectos No VIS.
“El reinicio de actividades ha sido gradual, pero efectivo. En agosto logramos casi 16.800 unidades vendidas, crecimos 12% respecto a julio, multiplicamos las ventas de abril por tres y estamos llegando casi a los niveles de ventas precovid”, aseguró Forero.
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